En segundo año, el Seminario III se sumerge en el estudio de los trastornos crónicos y degenerativos. Estos presentan desafíos significativos para quienes los enfrentan, y es crucial comprender sus implicancias tanto a nivel físico como emocional.
Este recorrido inicia con la convicción de que la creatividad y singularidad son esenciales. Cada paciente es un lienzo en blanco, y la tarea consiste en pintar con colores únicos y genuinos. No hay fórmulas mágicas, sino la autenticidad del compromiso.
La dinámica de este seminario se centra en trayectorias diversificadas. Se reconoce que cada individuo tiene una historia única, una senda personal que lo ha llevado hasta aquí. No hay un camino único o predefinido para abordar estos trastornos; en cambio, exploramos diversas perspectivas y enfoques.
El rol del Acompañante Terapéutico cobra especial relevancia en este contexto. Como profesionales, deben ser sensibles a las necesidades individuales, adaptando las intervenciones según las particularidades de cada persona. La inclusión e inclusividad son pilares fundamentales en la labor.